La energía Crística
La energía crística es un estado de conciencia elevado basado en el amor incondicional, la compasión y la conexión divina. Su raíz proviene del término "Cristo" (de "Cristos", que significa "ungido" en griego), pero no se limita exclusivamente a las tradiciones cristianas. Se vincula con la idea de una energía universal presente en todos los seres, que se relaciona con la iluminación, la armonía y la trascendencia del ego para vivir en alineación con la esencia divina.
Entendiendo el amor incondicional, como un estado de amor que no depende de condiciones externas, sino que emana desde el interior y se extiende hacia todo y todos. La unidad con el Todo, implica reconocer la interconexión entre todos los seres vivos y la existencia como un todo unificado Ser un canal de ayuda y empatía, actuando desde el corazón para aliviar el sufrimiento.Conectar con la sabiduría superior o divina, guiándose por valores como la verdad, la paz y la justicia.
Practicar hábitos y pensamientos que eleven la frecuencia energética, como la meditación, la oración o el servicio desinteresado.
Vivir en sintonía con la energía crística requiere un compromiso consciente con la evolución espiritual y la práctica diaria de principios éticos y espirituales. Algunas formas de experimentarla y vivirla incluyen la meditación y la oración, que nos ayudan a sintonizar con el amor divino y a silenciar la mente para recibir claridad espiritual.E Escuchar y seguir la sabiduría del corazón como guía principal.Soltar resentimientos para liberar bloqueos emocionales.
Tambien incluye acciones externas, como ayudar a otros de manera desinteresada, actuando como un canal de amor y apoyo.Cultivar vínculos basados en el respeto mutuo, la empatía y el entendimiento.Ser respetuosos y cuidar la naturaleza como parte del Todo.
Reconocer está energía en nosotros conlleva la transformación personal, trabajando para trascender las limitaciones del ego y las ilusiones de separación.Desarrollar cualidades como la humildad, la paciencia y la gratitud.Y buscar la serenidad interior como base para irradiarla hacia el mundo
La energía Crística, en esencia, no es solo un concepto espiritual, sino un llamado a vivir en coherencia con los más altos valores humanos.
Integrar la energía Crística en el día a día implica adoptar hábitos, pensamientos y acciones que reflejen amor incondicional, conexión espiritual y unidad con los demás y el universo.
Consume alimentos naturales y saludables, evitando aquello que disminuya tu energía (como alimentos ultraprocesados).
Escucha música inspiradora, decora tus espacios con luz y colores agradables, y conecta con la naturaleza para recargar tu energía.
Cada noche, agradece tres cosas del día, enfocándote en las bendiciones que has recibido.
El término "activación del ADN crístico" se refiere a un proceso de reconexión con nuestra esencia divina y la expansión de nuestra conciencia hacia una vibración más elevada. En estas enseñanzas, el "ADN crístico" no se refiere literalmente al ADN biológico, sino a un concepto metafísico que alude a la energía o el patrón divino que cada uno de nosotros lleva dentro.
El ser humano tiene un "ADN energético" o espiritual que contiene información sobre su propósito divino, dones espirituales y conexiones con planos superiores de existencia, asociada con la conciencia de Cristo, no necesariamente en un sentido religioso, sino como una frecuencia elevada de amor, compasión y unidad universal.
Activar el ADN crístico implica conectar con nuestro "yo superior", rompiendo limitaciones mentales y emocionales para vivir en coherencia con nuestra alma.
¿Cómo se activa el ADN crístico?
Meditaciones específicas: Usar frecuencias sonoras, visualizaciones de luz dorada o símbolos sagrados.A través de reiki, activaciones con cristales o transmisiones de energía.Trabajar con geometría sagrada con herramientas como la Flor de la Vida o el Merkaba, que simbolizan patrones de creación divina.Conexión con guías espirituales: Ángeles, maestros ascendidos u otros seres de alta vibración.
Vivir desde el corazón, dejar ir patrones limitantes y cultivar emociones como la gratitud y la compasión.
El objetivo principal es facilitar una vida más consciente, alineada con el amor y la verdad universal, y abrir el camino hacia la auto-maestría y el servicio a los demás.
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