Ser un canal de Luz
En este post te ofrezco algunos pasos y reflexiones prácticas para reconectar con la divinidad, elevar tu frecuencia y ser un canal de luz, incluso cuando te rodeas de personas y situaciones más "arraigadas a lo terrenal"
Ser un canal de luz implica convertirte en un puente entre lo divino y lo material. No significa huir del mundo, sino estar presente en él, pero desde una conciencia más elevada. Hazte consciente de que La luz se manifiesta a través de tú energía y vibración, lo que irradias afecta a tu entorno. Si vibras en amor, paz y compasión, generas un cambio sutil, aunque no lo percibas de inmediato.
No necesitamos "convencer" a nadie. Simplemente con tu calma, tu gratitud y tu enfoque espiritual, inspiras a otros a cuestionarse o elevarse.
Ser un canal de luz es servir de manera genuina, aportando valor a las personas, sin expectativas. Puede ser con actos pequeños, como una palabra amable, escuchar con amor o simplemente no reaccionar desde el ego.
La desconexión con lo divino proviene del olvido de nuestra verdadera esencia. Reconectar implica cultivar prácticas que te recuerden quién eres en tu centro así que te propongo,
Meditación diaria, dedica al menos 10-15 minutos al día para aquietar tu mente y sintonizarte con tu ser superior. Puedes visualizar una luz dorada que te envuelve, limpia y te conecta con la Fuente.
Respiración consciente, practica la respiración profunda y consciente para liberar tensiones y anclarte en el presente. La respiración es un canal directo a la calma y a lo sagrado.
Momentos de silencio y reflexión, encuentra espacios de soledad para escuchar tu voz interior, escribir tus pensamientos y reconectar contigo mismo.
Conexión con la naturaleza, la naturaleza es un reflejo de la divinidad. Sal a caminar descalzo, siente la tierra, el sol y el viento. Observa su perfección y siéntete parte de ella.
Prácticas espirituales, busca herramientas que te resuenen, como la oración, la contemplación, el yoga o el trabajo energético. Incluso los pequeños rituales de gratitud diaria pueden elevarte
Cuando conectas con tu divinidad interior, desarrollas una presencia fuerte y luminosa que no se ve fácilmente afectada por las energías externas.
Soy consciente de que, es un desafío vibrar en frecuencias elevadas cuando te rodeas de personas con una visión más limitada de la vida. Sin embargo, tú tienes el poder de proteger y elevar tu energía, sin importar el entorno.
Protege tu energía:
Visualización de luz, imagina cada día una burbuja de luz blanca o dorada que te rodea y protege. Esta luz actúa como un escudo energético, permitiéndote irradiar amor, pero evitando que la densidad te absorba.
No reacciones desde el ego, si las personas te irritan o frustran, respira profundamente y recuerda que su actuar refleja sus limitaciones, no las tuyas. Sé testigo, no participante.
Limpieza energética diaria, al final del día, realiza una visualización donde te desprendes de cualquier energía ajena que hayas absorbido. Imagina que un rayo de luz limpia tu cuerpo y aura.
Cultiva la gratitud, aunque tu entorno sea difícil, enfócate en lo positivo. Haz una lista diaria de cosas por las que estás agradecido. Esto reprograma tu mente y eleva tu energía.
Encuentra pequeños espacios de paz, si el ambiente es tóxico, busca momentos para ti escuchar música que eleve tu alma, leer textos inspiradores, o simplemente respirar en silencio.
Mantras y afirmaciones, usa frases que te anclen en una vibración más elevada, como "Yo soy luz", "Soy paz y amor", o "Nada externo puede alterar mi armonía".
Practica la compasión, recuerda que las personas que viven desconectadas de su divinidad suelen actuar desde su dolor o ignorancia. En lugar de juzgarlas, envíales pensamientos de amor y luz.
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