LA MUJER QUE ANDA SOLA
El Salmo 46:5 dice:
"Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana."
Esta imagen bíblica refleja poderosamente la idea de una mujer que camina sola, no porque esté realmente sola, sino porque su confianza y su fuerza provienen directamente de Dios. No depende de circunstancias externas, ni de la aprobación de otros, ni de seguridades terrenales. Su estabilidad viene de su relación con Dios, quien está en medio de ella, sosteniéndola, guiándola y fortaleciendo su espíritu.
Y aunque atraviese momentos oscuros o inciertos, la ayuda de Dios es segura y llega en el momento preciso. No necesita depender completamente de otros para sostenerse, porque Dios mismo es su refugio y su fuente de fortaleza. Esto no significa que rechace la ayuda o compañía humana, sino que su confianza primaria está en Dios, quien la capacita para seguir adelante, incluso cuando parece que camina sola.
Esta tipo de mujer, en su camino, ha sido apartada no como un castigo, sino como un proceso de preparación. Dios la está moldeando, fortaleciéndola, enseñándole a depender de Él en cada paso. Es un viaje interior de fe y transformación, en el que aprende que su verdadera esencia, su identidad y su propósito están enraizados en Dios.
La vida de esta mujer no eta determinada por las tormentas externas, sino por la presencia inquebrantable de Dios dentro de ella. Es un recordatorio de que, aunque la vida pueda ser desafiante y solitaria en ciertos momentos, Dios es la roca firme sobre la que ella se mantiene firme, inamovible, con una confianza que trasciende lo visible.
Hoy quiero dejarte una invitación a caminar con fe, a entender que no se trata de depender de las circunstancias ni de la opinión de los demás, sino de cultivar una relación profunda con Dios, quien es el verdadero sustento y guía en su jornada.
A esta mujer se la compra fácilmente con la Reina de Espadas ya que es vista por otros como distante, fría o incluso egocéntrica, pero en realidad, su esencia es muy distinta. Es una mujer que ha pasado por muchas batallas, que ha conocido la traición, la decepción y el dolor, pero que no ha permitido que eso la destruya. En lugar de endurecer su corazón de manera negativa, ha aprendido a poner su confianza solo en Dios y a mantenerse firme en su fe.
La Reina de Espadas, en el tarot, representa a una mujer sabia, perspicaz, con una mente clara y una gran capacidad de discernimiento. No es que sea fría sin razón, sino que ha aprendido a protegerse y a ver las cosas con claridad. Ha desarrollado un juicio maduro y no se deja engañar fácilmente. Así también es esta mujer que camina con Dios; no es que no sienta, sino que ha aprendido a no depender de las emociones ni de las opiniones externas.
Al igual que la Reina de Espadas, ha aprendido a cortar con lo que no le sirve, a no aferrarse a lo que le hace daño, pero eso no significa que no tenga un corazón profundo y amoroso. Simplemente, ha elegido poner su confianza en Dios antes que en las personas, porque ha comprendido que solo en Él hay verdadera estabilidad y verdad.
Desde fuera, puede parecer inaccesible, pero en su interior hay una gran sensibilidad, una mujer que ha sufrido pero que ha elegido la fe sobre la amargura. Su aparente frialdad es, en realidad, fortaleza. Su distancia no es desinterés, sino discernimiento. Su autosuficiencia no es egocentrismo, sino dependencia absoluta de Dios.
Es una mujer que ha aprendido a caminar sola, pero nunca está sola realmente, porque Dios está conmigo en cada paso.
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