LA BASURA NO ERAN ELLOS
En el día de hoy seis perros fueron encontrados muertos dentro de un contenedor de basura. ACCEDE DESDE AQUI A LA NOTICIA No en una zona remota. No en un lugar sin tránsito. En plena ciudad. En medio de la vida cotidiana de cualquier barrio. Entre bolsas negras de desperdicios, sus cuerpos se apilaban sin dignidad, como si nunca hubieran valido nada.
Eran grandes, de varios colores. No parecían callejeros de toda la vida. Parecían perros que alguna vez tuvieron un hogar. Una familia. Un nombre. Una oportunidad que, en algún momento, alguien eligió abandonar.
La imagen es difícil de mirar. Y más aún de sostener emocionalmente. Pero es necesaria. Porque lo más grave no es que murieran —aunque eso ya es trágico—. Lo más grave es que su final resume, en un acto brutal, lo que la indiferencia humana puede provocar.
¿Cuántas veces al día se rechaza la posibilidad de ayudar a un animal en apuros? ¿Cuántas personas dicen no puedo, cuando en realidad es no quiero complicarme? ¿Cuántas vidas se pierden por esa comodidad emocional que prefiere mirar a otro lado?
Lo más doloroso no es solo el abandono, sino la justificación. Hay quienes tienen espacio, tiempo, incluso amor para dar… pero eligen no hacerlo. Creen que un animal es una carga. Que ocuparse de él no tiene retorno. Que su vida vale menos que una rutina cómoda.
Pero cada animal es una posibilidad. De acompañar, de sanar, de llenar vacíos. Especialmente en hogares donde la soledad, la rutina o el paso de los años han dejado huecos. Un perro o un gato no solo necesita un humano. También lo transforma.
Por eso esta historia no debería ser solo noticia. Debería ser un espejo. Un llamado a la reflexión. Porque no es una tragedia aislada. Es el reflejo de una sociedad que pierde sensibilidad, que se desconecta de lo vivo, que olvida que su humanidad también se mide en cómo trata a los más indefensos.
Detrás de cada animal abandonado hay alguien que dijo no. Alguien que tuvo en sus manos la oportunidad de hacer algo, y la dejó pasar. Y con cada no, no solo muere una vida. Se pierde también una parte de la nuestra.
Porque la basura no eran ellos. Somos nosotros, cuando elegimos no sentir.
Con cariño,
✨ Ladiosaquetehabita ✨
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