Las tejedoras de sueños
La tradición de tejer colchas y pasarlas de generación en generación es una práctica muy arraigada en Canarias y tiene un fuerte componente cultural y emocional. Esta costumbre, que se ha mantenido durante siglos, refleja el valor del trabajo artesanal y la importancia de las relaciones familiares en la sociedad canaria.
Como hija, nieta y biznieta tengo la suerte de recibir de mi madre parte de su ajuar.
En el pasado, la confección de colchas tejidas a mano era una habilidad esencial que se transmitía de madres a hijas. Las mujeres aprendían desde jóvenes a tejer y bordar, y estas técnicas se convertían en un medio para expresar creatividad, paciencia y dedicación. Cada pieza tejida no solo era funcional, sino que también tenía un valor simbólico; representaba la unión y la continuidad de la familia, ya que las colchas se elaboraban con la intención de perdurar y ser transmitidas a las siguientes generaciones.
Las colchas tradicionales canarias se hacían a menudo con técnicas como el ganchillo, el bordado y el encaje, y utilizaban hilos de algodón o lana. Los diseños podían variar, pero solían incluir patrones geométricos, flores, hojas y otras figuras inspiradas en la naturaleza, así como símbolos locales.
Cada región de Canarias tenía sus propias variaciones estilísticas, y algunas de las técnicas artesanales que se usaban son propias de la cultura canaria, como el "calado canario", una forma de bordado que crea un efecto de encaje muy delicado.
El Paso de Generación en Generación
La tradición de pasar las colchas de una generación a otra es una forma de mantener vivas las historias familiares. Las colchas que hacían las bisabuelas se guardaban con cuidado y se consideraban tesoros familiares. A menudo, una colcha tejida para el ajuar de una mujer joven al casarse se mantenía a lo largo de los años y se convertía en una reliquia que se pasaba a la hija, la nieta y, a veces, hasta la bisnieta. Este traspaso de colchas simboliza la continuidad del legado familiar, el respeto por las raíces y la preservación de la memoria de las mujeres que las crearon.
Significado Cultural Actual
Aunque esta tradición ha disminuido con el tiempo debido a los cambios sociales y económicos, sigue siendo un símbolo de identidad en algunas familias canarias. Las nuevas generaciones, en un esfuerzo por mantener viva la tradición, están volviendo a aprender estas técnicas y se organizan talleres y cursos para enseñar a tejer, bordar y calar. Así, aunque el ritmo de vida moderno haya cambiado, hay un resurgir del interés por preservar estas costumbres, reconociendo el valor histórico y cultural que tienen las colchas tejidas a mano.
Para muchas culturas alrededor del mundo, tejerlas no solo era una actividad para proporcionar abrigo durante las noches frías, sino que también era una forma de expresión artística, un medio para transmitir historias familiares y un símbolo de unión y legado.
Está tarea reunía a mujeres de diferentes generaciones. Madres, hijas, abuelas y tías solían juntarse para compartir técnicas, patrones y, sobre todo, para conversar y contar historias.
De esta manera, la costumbre de tejer no solo se trataba de la confección de una pieza textil, sino también de la transmisión de saberes, recuerdos y tradiciones orales. Las colchas podían incluir patrones específicos que simbolizaban eventos importantes, deseos de protección, y hasta mensajes codificados.
Cada puntada, color o patrón tienen un simbolismo especial. Lass colchas de retazos (o quilts, como se les conoce en inglés) son una forma de aprovechar restos de tela, pero también se crear cuidadosamente para formar patrones geométricos que podían representar historias de vida, paisajes, y recuerdos familiares. Además de tener un papel crucial durante la época de la esclavitud. Las mujeres afroamericanas tejían estos quilts que contenían a veces mensajes secretos que ayudaban a las personas esclavizadas a encontrar el camino hacia la libertad a través del ferrocarril subterráneo. Estas colchas no solo eran piezas de abrigo, sino que llevaban consigo la esperanza y la resistencia de quienes buscaban la libertad
Por ejemplo, las colchas Amish en Estados Unidos son conocidas por sus patrones geométricos y colores fuertes, mientras que las colchas de la India a menudo incorporan bordados coloridos y complejos.
En América Latina, las colchas tejidas al crochet o a ganchillo suelen tener patrones florales o geométricos que reflejan las tradiciones artesanales de cada región. En países como México, las colchas conocidas como "zarapes" o "sarapes" están llenas de colores vibrantes que simbolizan la alegría de la cultura local.
El proceso podía o puede para quienes todavía tienen, durar semanas, meses e incluso años, dependiendo de la complejidad del diseño. De ahí la compañía de otras mujeres, la colcha se trabajaba en conjunto para regalarla a alguien especial, como un presente de bodas, una celebración de nacimiento o un evento importante de la vida, como la llegada de la mayoría de edad. Estos regalos simbolizaban cariño, protección y buenos deseos para la persona que recibía la colcha.
El arte de tejer hoy en día
A pesar del paso del tiempo y la industrialización, la tradición de tejer colchas sigue viva en muchas partes del mundo. Aunque las técnicas se han modernizado y se han adaptado a nuevas tendencias, el espíritu de esta actividad persiste. Hoy en día, muchas personas siguen tejiendo colchas como una forma de terapia, de creatividad y de conexión con sus raíces. Además, se realizan ferias y exposiciones que celebran este arte textil, mostrando la diversidad y riqueza cultural que encierra la costumbre de las ancestras de tejer.
.
Comentarios
Publicar un comentario