MIÉRCOLES DE CENIZA
El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo de preparación para la Pascua en la tradición cristiana. Es un día de penitencia y reflexión en el que los fieles reciben una cruz de ceniza en la frente, como símbolo de humildad y conversión. La ceniza, obtenida de la quema de los ramos del Domingo de Ramos anterior, recuerda la fragilidad humana con frases como "Recuerda que eres polvo y al polvo volverás" o "Conviértete y cree en el Evangelio".
El Evangelio que se proclama en este día es Mateo 6, 1-6.16-18, donde Jesús enseña sobre la verdadera manera de practicar la limosna, la oración y el ayuno, sin buscar reconocimiento público, sino con humildad y sinceridad ante Dios;
“Cuídense de no practicar su justicia delante de los demás para ser vistos por ellos… cuando des limosna, no lo hagas tocar trompeta… cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre… cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea visto por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto.”
Este pasaje resalta el sentido profundo del Miércoles de Ceniza, la conversión interior, el arrepentimiento sincero y la búsqueda de Dios sin apariencias. Es un llamado a vivir la Cuaresma con autenticidad y compromiso.
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