NEUROPLASTICIDAD


La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida. Durante mucho tiempo, se pensaba que después de cierta edad el cerebro se volvía rígido y dejaba de aprender, pero la ciencia ha demostrado lo contrario y es que  nunca es tarde para aprender, mejorar o reinventarse.

 ¿Por qué es tan importante?

La neuroplasticidad permite que nuestras neuronas formen nuevas conexiones y refuercen circuitos existentes en respuesta a la experiencia, el aprendizaje y la práctica. Esto significa que: podemos aprender nuevas habilidades a cualquier edad,es posible recuperarse de lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas con esfuerzo y estimulación, se pueden cambiar hábitos negativos por positivos, podemos mantener la mente activa y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

Hay hombres y mujeres de 80 y  90 años  que siguen activos y entusiasmados con la vida y nos muestran que el secreto no es la edad, sino la actitud y la ilusión. Muchas personas mayores aprenden a tocar un instrumento, a bailar, a escribir un libro o incluso a manejar tecnología moderna.

Fauja Singh, un maratonista indio  comenzó a correr a los 80 años y completó una maratón a los 100.

Nola Ochs, quien a los 95 años se convirtió en la persona de mayor edad en obtener un título universitario.

Anna Mary Robertson Moses, más conocida como "Grandma Moses", que empezó su carrera como pintora a los 78 años y se convirtió en una de las artistas más reconocidas de Estados Unidos.

Estos casos nos muestran que el cerebro no deja de aprender, sino que nosotros dejamos de desafiarlo.

¿Cómo aplicar la neuroplasticidad en nuestra vida diaria?

Si queremos aprovechar este poder del cerebro sin usar la edad como excusa, aquí hay algunas estrategias:

Mantén la curiosidad y aprende algo nuevo

Un idioma, un instrumento musical, manualidades o cualquier actividad que rete tu mente.

Lee libros variados, asiste a conferencias o haz cursos en línea.

Desafía tu rutina, cambia pequeñas cosas en tu día a día, como usar la mano no dominante para escribir o cambiar tu ruta al trabajo.

Resolver acertijos, rompecabezas o jugar ajedrez ayuda a fortalecer las conexiones neuronales.

Mantente físicamente activo, el ejercicio mejora la circulación sanguínea en el cerebro y favorece la generación de nuevas neuronas.

Actividades como yoga, baile o caminatas no solo benefician el cuerpo, sino también la mente.

Rodéarse de personas inspiradoras, personas activas, de diferentes edades e intereses, mantiene la mente despierta.

Las interacciones sociales estimulan la plasticidad cerebral.

Cuida tu alimentación y descanso, alimentos ricos en antioxidantes, omega-3 y vitaminas favorecen el funcionamiento del cerebro.

Dormir bien permite que el cerebro reorganice la información y genere nuevas conexiones.

Cambia la mentalidad sobre la edad, en lugar de pensar "ya estoy muy mayor para eso", pregúntate: "¿por qué no intentarlo?".

La edad no es una barrera real, es la creencia en nuestras propias limitaciones lo que nos detiene.

La neuroplasticidad nos demuestra que el cerebro nunca deja de aprender y adaptarse, sin importar la edad. Si cultivamos la ilusión y el entusiasmo por la vida, podemos seguir creciendo, evolucionando y disfrutando nuevas experiencias en cualquier momento. La edad es solo un número; lo que realmente importa es la actitud con la que enfrentamos la vida.
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