LA BONDAD MAL INTERPRETADA - SE ACABO EL BUENISMO
La confusión entre bondad y debilidad
Vivimos en un mundo donde la bondad es a menudo malinterpretada, incluso por quienes la practican. No es raro ver a personas buenas —auténticamente buenas— caer en la trampa de pensar que ser compasivo, generoso o tolerante implica necesariamente someterse, ceder o renunciar a sí mismos. La bondad, lejos de ser una señal de fragilidad, es una elección consciente que muchas veces exige una gran fortaleza interior. Sin embargo, muchos la confunden con debilidad.
Esta confusión nace, en parte, de la manera en que la bondad se ha romantizado: se nos enseña que ser bueno es aguantar, callar, perdonar siempre, no hacer olas. Así, la persona buena se ve presionada a ceder espacio, incluso cuando hacerlo vulnera sus propios valores. Creen que poner límites es ser egoísta. Creen que decir “no” es fallar como buena persona. En este punto, la bondad se convierte en una especie de auto-sacrificio silencioso, casi masoquista, que nada tiene que ver con el verdadero significado del bien.
La bondad no es sumisión. Una persona realmente buena no necesita ser ingenua ni dejarse pisotear para demostrar su corazón noble. Puede decir “basta”, puede señalar lo injusto, puede retirarse de una relación tóxica, y seguir siendo buena. De hecho, se necesita más fuerza para actuar con integridad en un mundo que a menudo premia el cinismo y la indiferencia. La verdadera bondad tiene columna vertebral. Sabe cuándo ceder, pero también cuándo plantarse.
Confundir bondad con debilidad no solo es un error personal, sino también social. Porque al considerar que ser bueno es ser blando, despreciamos a quienes actúan con empatía y premiamos la dureza, el individualismo, la astucia sin escrúpulos. Se glorifica al que “no se deja de nadie” aunque pase por encima de los demás. Y se desprecia al que extiende la mano, aunque esa mano sostenga el peso de muchos.
Por eso es necesario redefinir la bondad: no como una falta de poder, sino como una forma superior de ejercerlo. Una bondad que no se deja pisotear, que no teme la firmeza, que no necesita permiso para hacerse valer.
Con cariño,
✨ Ladiosaquetehabita ✨
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