MEDIUM - CHICO XAVIER Y SU VISIÓN SOBRE LA VEJEZ


He visto de cerca cómo el alma se apaga cuando no hay propósito, cómo se vuelve apegada, demandante, incluso manipuladora, no por maldad, sino por miedo. Y me duele aún más ver que muchos no quieren ni oír hablar de la muerte, ni del alma, ni de lo espiritual. Como si negar lo inevitable pudiera evitarlo. Como si el silencio protegiera.

Como decía Rudolf Steiner, cuando el alma no encuentra sentido, empieza a alejarse. Y cuando eso pasa, el cuerpo la sigue. Pero si el alma se enciende, aún en la vejez, todo cobra vida de nuevo.
Chico Xavier, el famoso médium y líder espiritual brasileño, tenía una visión muy serena y positiva sobre la vejez. Él veía la vejez no como un fin triste, sino como una etapa natural y valiosa del proceso de evolución espiritual.

Para él, la vejez era un momento para reflexionar, para la serenidad y para prepararse para la vida espiritual más allá del cuerpo físico. Decía que en la vejez uno debe cultivar la paciencia, la gratitud y la paz interior, entendiendo que el cuerpo es temporal, pero el espíritu es eterno. También animaba a aprovechar esa etapa para el crecimiento interior y para transmitir sabiduría a las generaciones más jóvenes. Alentaba a que esa sabiduría y experiencia se compartiera con amor y humildad, para que el ciclo de vida sea un verdadero aprendizaje para todos.

Chico Xavier tenía una visión muy sabia y compasiva sobre todo esto. Para él, la vejez no era un castigo ni un lastre, sino una etapa esencial para el crecimiento espiritual. Él resaltaba que la verdadera fortaleza no está en el cuerpo ni en el espíritu guerrero , sino en la aceptación y la entrega consciente.

Así mismo hacia hincapié en el servicio,  sin importr la edad: siempre se puede servir, escuchar a un joven con amor, sembrar paz en la familia, compartir una historia, orar por quien sufre, sonreír al que está más perdido que uno. Esas pequeñas acciones generan luz, y en la vejez, la luz que generamos es la herencia espiritual que dejamos.

En sus mensajes, enfatizaba que, aunque el cuerpo se desgaste, el alma sigue creciendo y que en la vejez hay una oportunidad única para la reflexión, para el perdón, para la transmisión de valores y para la preparación hacia la vida espiritual. El apego excesivo, la queja o el victimismo, desde su punto de vista, son obstáculos que impiden esa evolución.

También hablaba mucho de la compañía espiritual que siempre está presente, incluso cuando parece que estamos solos. Él decía que los seres queridos desencarnados, los guías espirituales y los seres de luz están siempre al lado de quienes están sufriendo o atravesando momentos difíciles, especialmente en la enfermedad o en el tránsito final.

 
No esperemos a estar enfermos o en el final del camino para despertar. Si tienes salud, si puedes caminar, si puedes hablar: usa tu tiempo para amar, para enseñar, para sanar heridas, para construir paz. La vejez no es decadencia: es la última gran oportunidad que nos da la vida para crecer por dentro, para servir, para iluminar.

Este texto, inspirado en las enseñanzas de Chico Xavier, no pretende juzgar ni imponer nada. Solo es una semilla. Un recordatorio de que aún estamos a tiempo. Siempre estamos a tiempo.

A lo largo de mi vida he  puedido corroborar como los seres de Luz están al lado o a los pies de las camas de los enfermos, como vienen a buscarnos para acompañarnos en el tránsito, en algún  punto entenderemos que somos energías y que nuestro ego nos separa de lo que ya sigue estando a nuestro lado.

Esa soledad de la que el ser humano se queja se debe a su propia desconexión del lugar por decirlo de alguna manera al que debemos volver.

Con cariño,
✨ Ladiosaquetehabita ✨


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